Montevideo en la época de Artigas.
Apenas amanecía sonaban los cañonazos de los buques de la bahía de San Felipe y Santiago de Montevideo. Ese ruidoso amanecer le daba la orden a los soldados del fuerte a abrir las 2 puertas que tenía la Ciudadela. Por esas puertas, entraban muy temprano el lechero y el panadero. En aquel Montevideo, solo había 2 panaderías y estaban afuera de las Murallas, la más famosa era la panadería de Vidal. También entraban algunas lavanderas que habían pasado la noche afuera debido a que en ocasiones la ropa no secaba y debían permanecer fuera para cuidarla mientras se secaban. Luego, entraba el aguatero. Ofrecía su fresca agua sacada de los manantiales y lagunas ubicadas hoy por hoy cerca de donde es el Palacio Legislativo. La medida de agua que vendía era de mas o menos 10 litros. Más tarde, se armaba frente a la Iglesia Matriz, la feria de verduras. Ahí las amas de llaves (esclavas) recorrían todos los puestos y elegían la mejor verdura para la comida. Allí también paraban los carni...
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